13 de mayo de 2011

Volviendo a la Segunda Guerra Mundial "al servicio de Hitler"


Sobre la 2ª Guerra Mundial se ha escrito mucho. También se han hecho innumerables películas, documentales, tertulias radiofónicas, especiales del D-day de duración excesiva y francamente, todo lo que se os pase por la cabeza probablemente está hecho. Seguramente la razón de tanto amor por este conflicto es que, por una vez, los bandos estaban claramente marcados como “los buenos” y “los malos”. Los líderes de cada bando también se sumaron a esta percepción, pasando a la historia como verdaderos héroes o villanos. Y el libro de hoy es ni más ni menos que las memorias de uno de estos villanos, Walter Schellenberg.
Schellenberg es un personaje relativamente desconocido dentro de la maraña de nombres de la Alemania nazi –Hitler, Himmler, Goebbels, Rohm-. Sin embargo, su importancia fue clave en el conflicto ya que ejerció puestos de gran responsabilidad en el ámbito del espionaje y contraespionaje.  Tras acabar la guerra, fue juzgado, y fue en ese momento cuando escribió sus memorias. Posteriormente, una parte de ellas fue seleccionada y editada, dando lugar al libro que ahora mismo tengo en mis manos.
La obra en sí es un repaso a la carrera de Schellenberg, que nos muestra principalmente cómo funcionaban los servicios de inteligencia de la contienda.  Como conseguían informadores, como montaban las operaciones, como estaban considerados dentro del partido. Además de hablar de espionaje, Schellenberg también da su impresión sobre los dirigentes nazis del momento, enseñándonos un poco mas de personajes como Hitler, Himmler o Heydrich. A pesar de ser un libro voluminoso -442 páginas-, los capítulos son muy cortos, y no están rellenos con paja que resulte aburrida.  Cubre operaciones a lo largo de toda la guerra y de muchos países, algo que se agradece para amenizar el tocho a la vez que nos muestra la importancia que tuvo el autor dentro del partido nazi. 


Para finiquitar la reseña, también quiero comentar que la veracidad del libro ha sido puesta en duda. Al ser escrito cuando Schellenberg iba a ser juzgado, hay quien dice que “endulzó” sus experiencias para mejorar la sentencia.  A mí me gustó y me resultó muy emocionante el acercamiento al mundo del espionaje, además desde el punto de vista nazi. A pesar de las atrocidades cometidas, me resulta algo frívolo decir que en una contienda donde millones de personas lucharon, hubo un bando bueno y otro malo. Los dogmas están para cuestionarlos, y yo dudo que los millones de alemanes que lucharon en el bando nazi fueran demonios representantes del mal en su pura esencia. Espero que disfrutéis el libro.
                                                                                                  
                                                                                              Carlos

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