Antes de que llegue, de nuevo, otro domingo de resaca (si ya de normal soy poco lúcido escribiendo imaginad cómo puedo serlo un día de resaca), y mientras los partiditos de la Premier de las 16:00 de la tarde están en el tiempo de descanso, se me ha ocurrido escribir una pequeña crítica de uno de los libros más divertidos que he leído en los últimos meses. Me refiero a The Curious Incident of the Dog in the Night-Time escrito por Mark Haddon (su versión en castellano se titula El curioso incidente del perro a medianoche).
Es un libro excelente para aquellos que estén iniciándose en el aprendizaje del inglés porque simula ser escrito por su adolescente protagonista Christopher Boone, un personaje a la altura del mítico Holden Caulfield creado por J. D. Salinger en El Guardián entre el Centeno. Este chico padece de autismo y vive en un mundo propio en el que todo funciona según las coordenadas creadas por su mente geométricamente funcional, ya que se trata de un chico adicto a las matemáticas cuya vida gira en torno al intento de obtener el nivel A de estudios en matemáticas. Además del carácter matemático de su vida, hemos de destacar que Christopher padece de cierta aversión a las relaciones sociales, protagonizando ciertos episodios que, por seguir con las comparaciones con personajes famosos, recuerdan al carácter del siempre graciosísimo Sheldon Cooper protagonista de la serie The Big Bang Theory.
Todo este mundo, en el que él se siente completamente seguro, sufrirá convulsiones desde el momento en que encuentra a Wellington, el perro de su vecina, asesinado con un tenedor por un misterioso asesino que él tratará de descubrir siguiendo los pasos y métodos de su personaje de ficción favorito: Sherlock Holmes. Seguir la vida de este chico peculiar, la forma en que él la percibe y cómo afronta los retos que su investigación le plantean convierten este libro en una interesante y divertida novela cuya lectura es altamente recomendable.
Javi
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