INCLASIFICABLES: Yonki-latas y otros cachivaches

Suelen definirme como alguien que tiene la capacidad  de hablar sobre cualquier cosa durante largos periodos de tiempo, lo mismo te cuento qué opino del aborto de la gallina que discuto de las consecuencias de la crisis económica para la izquierda europea. Para celebrar uno de mis primeros domingos de resaca sin ese dolor penetrante de cabeza que te hace, por ejemplo, confundir que el bote de Cola-Cao debe ir en la despensa y no en la nevera, voy a tratar de hacer una muestra de "mi habilidad" hablando de uno de esos grandes inventos que nos hacen la vida mucho más fácil: la yonki-lata de cerveza.

Hay grandes inventos que se hacen famosos por su utilidad, porque nos hacen la vida más fácil, porque nos gustan... pero luego hay otros que lo hacen por su nombre, a pesar de que no son tan útiles como parecen. Nunca un invento triunfó tánto por su nombre como las yonki-latas, es bien cierto que son la peor opción para beber cerveza ya que tanta cantidad de líquido en una lata acaba calentándose y haciendo que, al final, sepa mal y pierda el gas, sin embargo, todos sucumbimos al encanto de las yonki-latas, son casi una forma de forjar nuestra identidad, ¿qué sería de los famosos hoolingans ingleses sin su yonki-lata de Fosters o Carling?  Curiosamente, la semana pasada andaba yo por las inmediaciones de un estadio de fútbol y pude ver cómo el puesto de bocadillos que más éxito tenía en toda la manzana era aquel que tenía un cartel con el título "yonki latas a 1,50€", de esta impactante experiencia nace este comentario.

Es algo mágico esto de la yonki-lata, sucede algo similar que con el famoso abre fácil, todo el mundo acabamos comprando los alimentos o productos en cuyo envoltorio pone "abre fácil", es todo un reclamo, sin embargo, como finalmente siempre comprobamos el abre fácil nunca hace honor a su nombre porque en muchos casos nos llevará mucho más tiempo abrirlo por esa zona que usar métodos tradicionales como abrir el envoltorio con los dientes o, si es demasiado grueso, con un cuchillo.Pero ¿qué seria de nuestras vidas sin esos nombres graciosos que llegan hasta el fondo de nuestro ser y nos conmueven? Las yonki-latas unen a la gente y nos hacen más humanos, un brindis por las yonki-latas, si no existiera este término tendríamos que inventarlo inmediatamente.

Después de este mensaje, aclarar que no siempre todos mis comentarios serán tan mierdas como éste, es más, prometo un breve monográfico con mi opinión sobre lo mejor de Woody Allen, pero también este tipo de cosas tienen cabida en Estrellando la estrella. ¡¡Buen domingo de resaca!!

Javi